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Finde Largo: Mendoza


Cercanías de la Terminal de Omnibús de Mendoza
Los planes del Finde largo se habían alterado, íbamos a Mendoza. Tras las 15 horas del viaje desde Retiro, había que sumarle una hora y media más desde San Juan. Estábamos con hambre, cansados y sólo queríamos encontrar un lugar para descansar y reponer fuerzas. Llegamos a la Terminal de Mendoza, encontrándonos con una postal única en esta terminal....poca gente. Para quienes nunca han estado en este terminal, siempre está atestado de gente todo el día, pero esta vez, eran algo más de las 4 pm  y casi no había nadie. Así que fuimos a tomar un taxi (mucho más baratos que en Buenos Aires) para ir a la Plaza Chile, lugar donde hay varios hoteles de 1 y 2 estrellas. Primero fuimos al que vamos siempre con mi esposa, el Hotel Casino, el cual le quedaba una habitación cuadriple .....así que fuimos a otro hotel, que estaba en la siguiente cuadra, el Hotel Mayo, el cual si tenía habitaciones. Encontramos una  habitación doble por 340 pesos (63 dólares al cambio oficial//45 dólares al cambio informal, junio de 2013), con todo lo que se considera como estándar para los cánones argentinos de lo que sería un alojamiento de 1 estrella: baño incluido, cama limpia, desayuno, cable, wifi y calefacción o aire acondicionado dependiendo de la época del año.


Precios remarcados en Mendoza
Lo primero que hicimos apenas nos instalamos fue ver la posibilidad de hacer excursiones. Por lo general, con mi mujer nunca habíamos hecho excursiones, pero esta vez iba a ser diferente. Mendoza es de esas ciudades en Argentina donde existen varias agencias que realizan paseos y recorridos tanto en la ciudad como en otros lugares de la provincia (San Rafael, Cordillera, Valle del Atuel, Villavicencio, etc.) o incluso en provincias vecinas como San Juan, con precios competitivos y relativamente accesibles.  Nosotros preguntamos en el Hotel donde podríamos contratar  alguna de ellas, y nos manda a una que se encontraba a  sólo unas cuadras: Turismo El Cristo. Pensábamos que por ser festivo ( jueves 20 de Junio, día de la bandera) iba a estar cerrada, pero no, se encontraba abierta y funcionando. Para ver como era la cosa, contratamos el tour de los viñedos para el viernes, por unos 100 pesos por persona (18 dólares cambio oficial, 12,5 cambio blue), el cual se nos hizo barato dentro de todo.


Luego fuimos al centro de Mendoza (av. San Martín y Peatonal Sarmiento), el cual estaba casi vacía, no tanto por el finde largo sino más que nada por la siesta, lo cual es algo que los mendocinos se lo toman muy en serio. Andábamos con hambre, así que buscando donde tomar merienda y vimos un cartelíto que decía "Café más torta: $ 14"...mi mujer dijo "esta es la mía". Entramos y pedimos la dichosa oferta y  sorpresa...era un café con un pan pequeño (torta en Mendoza es una especie de panecillo pequeño). Luego seguimos caminando y entramos al Mercado Central, lugar donde se puede encontrar desde jamón crudo, aceite de oliva, especias, turrones, carnicerías, pizzas y hasta comida mexicana, lo cual lo hace un mercado pintoresco, recomendable por si quiere comer a un precio aceptable. Tal vez, el estilo del patio de comidas que  hace recordar a un shopping o mall le quita onda y estilo al Mercado.

Precios en pesos argentinos y chilenos, Mercado Central de Mendoza

Posteriormente volveríamos al Hotel, para descansar y salir a cenar. A diferencia de otras ciudades argentinas, en el micro centro de Mendoza, existen muchos locales de venta de fast food (venta de Panchos, los hotdogs argentinos) o  tenedores libres y pocas pizzerias, lo cual hace que el que está acostumbrado a comer como en Buenos Aires, tenga que caminar algo más. Por calle Sarmiento hay varios restoranes y decidimos entrar a uno llamado Giovanni's, los cuales ofrecían unos menues interesantes (68 pesos entrada, platillo y postre), pero con la gran salvedad de que la atención era muy lenta, pasaban los minutos y no tomaban el pedído, lo que hacía que muchos comensales salieran de allí. Nosotros  nos quedamos por que estábamos cansados y no queríamos caminar, así que apurando a los meseros, se pudo comer.


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