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Paseando por Roma: El Vaticano




Estábamos en Roma y no íbamos a ir al Vaticano?? claro que no, había que ir, sin duda. En un anterior posteo, habíamos quedado que tras cruzar el legendario Tiber y hacerle el quite a los vendedores de chucherías varias, llegamos a las puertas de la micro ciudad gobernada por el líder de la Iglesia Católica, en ese momento por el muy poco simpático y nada carismático Benedicto XVI. 

Cruzamos caminando por la Vía della Conciliazione, una avenida larga llena de embajadas, la que en cierta manera te prepara el camino puesto que nunca había visto tantos personas vestidas en hábitos religiosos en mi vida. La Vía della Conciliazione desemboca en la Plaza de San Pedro, donde pequeños monolitos marcan el límite entre la República Italiana y El Vaticano, la cual debe de ser la frontera más cruzada en relación al tamaño del país. Si me preguntan si la plaza es tan grande como vemos en TV, olvídense, es pequeña, pero se siente un ambiente diferente sin duda.

Para entrar a la Basílica de San Pedro hay que cruzar un control de seguridad, donde se revisan bolsos y que no se entre ningún elemento cortopunzante, es tal la cantidad de gente que visita El Vaticano que no puede ser tan minucioso como se quisiera. 

Tras esto, se puede entrar a la Basílica, la cual digamos las cosas como son, es impresionante por si misma. Incluso quien escribe esto, que es un confeso descreído, sintió algo dentro. 

Claro si se un ateo y marxista como varios que conocí en la universidad o como algunas tías mías "Los curas viven con lujos mientras la gente se caga de hambre"....todo eso se me vino a la mente, pero relativice todo lo anterior al ver la belleza de las obras de arte sacro que estaban en el Vaticano.  

 Con mi mujer estuvimos caminando un buen rato mirando todo lo que se podía mirar en el Vaticano sin pagar un euro (ya habíamos mencionado nuestra regla de 0 euro para museos), después dimos otra vuelta por la Basílica, salimos de la Plaza de San Pedro, "volvimos a Italia" y cruzamos la Vía de Porta Angélica para luego seguir por la Vía Ottaviano para tomar el Metro en la Stazione Ottaviano/San Pietro.

Tips

Ármese la idea de que siempre estará lleno de gente, incluso El Vaticano. Si no es amigo de las multitudes de turistas con cámaras de fotos,  Roma no es su ciudad, pero si las puede soportar y verlas hasta con simpatía, le encantará La Santa Sede.

¿Cómo llegar al Vaticano? Si vienes desde la zona de hoteles de Termini o Piazza Spagna (Plaza España), te convendrá siempre tomar el Metro y bajarte en  la estación Ottaviano (1,5 euros)

¿Que comprar? Las zonas que rodean al Vaticano están llenos de vendedores que venden las mismas chucherías pero a diferentes precios. Dependerá del viajero que es lo que quiere llevar y cuanto quiere pagar.

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