De Quito a Buenos Aires: Tacna en siesta dominical

Tacna en siesta dominical

¡¡Por fin en Tacna!!

Tras un largo y pesado viaje (22 horas desde Lima), habíamos llegado a Tacna. Sacamos el equipaje, tomamos un taxi (3 soles, menos de 1 dólar) el cual nos dejó en pleno centro de la ciudad. Tras decidir no cruzar a Arica de manera directa, decidimos buscar un lugar para pasar la noche. Por suerte encontramos una doble de muy buen aspecto y calidad, por unos 70 soles (20 dólares) en el Hostal Anturio, a pasos de la catedral y del monumento a Grau y Bolognesi.  Tras una rápida ducha para sacarnos el viaje, salimos a dar una vuelta por la ciudad. A diferencia de las otras veces que había pasado por esta ciudad, nunca me tocó estar un domingo en ella. Estar en Tacna en un domingo,  es estar en un lugar totalmente diferente: vacía, tranquila, con poco movimiento, sólo con lo esencial para no quede paralizada, en otras palabras, nos encontrábamos en una Tacna en plena siesta dominical. Buena parte del comercio, es decir, las ferias y mercados llenos de limeños y chilenos que vienen a comprar zapatillas, cigarros y licores aprovechando la condición de Zona Franca que posee Tacna, se encontraba cerrado. Sólo algunos puestos abiertos como los que vendían imitaciones de marcas internacionales de outdoor como North Face, Hi-Tec o Merrell,  junto con los cigarros -originales o imitaciones- que acá cuestan entre un 50% a 70% más baratos que en la cercana Arica y las manicuristas del Mercado Bolognesi que aceptan pesos chilenos (y que cobran la mitad que al otro lado de la frontera) era lo que se encontraba abierto en un domingo.

Pausa dominical, Tacna

Esto no nos amilanó, ya que pudimos caminar con toda tranquilidad por la ciudad, disfrutarla en su día de descanso y hacer una pausa para lo que nos quedaba de viaje.   Caminamos por el centro, recorrimos los locales abiertos del  Mercado Bolognesi y el llamado Polvos Rosados, que queda a algunas cuadras del centro. En este último mercado,que   compramos algunas cosas, entre ellas, una mochila de 90 litros a unos 140 soles (unos 35 dólares).  Con respecto al ¿donde comer en Tacna? pese a no haber muchos lugares abiertos por el hecho de ser domingo, siempre se encuentran toda clase de cocinerías y restoranes populares dispuestos a saciar el hambre por pocos soles. Nosotros encontramos uno por avenida Bolognesi, con precios baratos para lo que habíamos visto en Lima o Mancora y evidentemente más económico de lo que se puede observar en Arica. Tras dar la última vuelta por la dominical Tacna, fuimos a descansar al Hostal ya que nos esperaría un día demasiado largo.

Mercadillo de Tacna

Tips:

Si tienes que optar entre dormir entre Tacna y Arica, te saldrá siempre más económico pasar la noche y comer en Tacna que en Arica. Habitaciones dobles desde 15 dólares.

Viaje entre Lima a Tacna: desde 30 dólares en autobús (20 a 24 horas) hasta 60 dólares, viajan Cruz del Sur, Civa, Ormeño y Oltursa entre otras. El avión en viaje de ida desde el Aeropuerto Jorge Chávez puede salir unos 150 dólares (2 horas, algunas veces vía Arequipa), Vuelan Lan y Peruvian Airlines. Taxi desde el centro a la Terminal de Autobuses, desde 3 soles. Del centro de la ciudad al Aeropuerto cerca de 15 a 20 soles - 6 dólares-

Desde Tacna se puede viajar en autobús (micro/camión) a Puno, Arequipa, Lima, Moquegua, Nazca y Arica. A Arica también se puede ir en tren 1 o 2 veces al día.

Monumento a Grau y Bolognesi, Tacna

Si vas a comprar en las Ferias o Mercados, como el Bolognesi o Polvos Rosados, compara precios y regatee bastante. Ten en cuenta que mucho que lo que venden en la ciudad es imitación, pero algunas son casi réplicas idénticas a las originales

¿Cambiar dinero en Tacna? además del estatal Banco de la Nación, puedes cambiar dinero a los cambistas alrededor de la Municipalidad de Tacna, en alguna de las casas de cambio que hay en el centro de la ciudad o si viene llegando de Arica a los cambistas de la Terminal Internacional.  Los pesos chilenos son bastante aceptados en la ciudad

¿ Tacna es peligrosa? No, pero siempre ojo con los carteristas que rondan por el centro.