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Un sábado en la tarde en Catania

Catania

Habíamos llegado a Catania.
Al salir de la estación Catania Centrale y luego de bajar del tren, teníamos que ir al alojamiento donde nos íbamos a quedar.  Según el mapa que teníamos en mano, la única manera de llegar era tomando el autobús (bondi/pesero) n° 431 que salía de afuera de la estación, exactamente en la plaza Giovanni XXIII y bajarnos en la primera parada de la calle Cristóforo Colombo (Cristobal Colón). Pensábamos que era tomar el dichoso transporte e irse, pero no, había que esperar que saliera el dichoso micro, el cual más encima era pequeño e incómodo casi como las combis de La Paz o Cusco. Pasó cerca de 20 minutos para que saliera....tras revisar los pasajes (cuestan 1 euro y se comprar previamente en un kiosko de comida rápida al lado de la parada) salimos. Tras recorrer unas calles, nos dimos cuenta que perfectamente podríamos haber ido caminando sin mayores problemas ya que el viaje no duró más de 10 minutos. Nos bajamos del autobús, tocamos el timbre y nos abrió Alessandro, el dueño del B&B. Un tipo con todos los estereotipos que se tienen del italiano: canchero, sobrador, bien vestido, habla con tono calenturiento a las mujeres además de chico (enano, petiso, 1,60  mts como mucho), pero simpático. Nos preguntó si nos explicaba en inglés o italiano, pero como mi mujer habla italiano (yo las pelotas) nos dio las indicaciones en la lengua de Camilleri como funcionaba todo, además de darnos un plano de la ciudad con algunas recomendaciones de como moverse y andar por la ciudad, junto de pasarnos 1 botella de agua de dos litros, dado que el agua potable según el, no era buena...

Fontana del Elefante

Luego de las explicaciones de Alessandro, salimos a dar la primera vuelta por la zona, un sábado en la tarde en Catania. Estábamos a pasos de un mercado y de la principal plaza de la ciudad, la Piazza del Duomo. En las fechas que estábamos justo terminaban las fiestas  patronales en homenaje de Santa Agata, la patrona de la ciudad, por ello muchas casas en Catania tenían una alfombra con una A puesta en sus balcones. Pero eso nos iba a quedar  bastante claro al día siguiente. Pero por mientras, dimos una primera  vuelta por la ciudad. A diferencia de Palermo (ya fuera por las fiestas de Santa Agata o por que realmente son diferentes),  un sábado en la tarde en Catania es mucho más movido y es más cercano con lo que uno se imagina de Italia: con aspecto caótico. Tal vez, el hecho de que nos quedáramos cerca del Mercato del Pesce (mercado pesquero) y realmente a pocos pasos del centro de la ciudad, hacía que estuviéramos a pasos del movimiento, el cual baja recién a las 22 horas. Eso hace a primera instancia interesante a Catania, ver una ciudad que está viva y que tiene todavía elementos de las ciudades medievales, con los mercados a pasos del centro y con gran movimiento de gente buena parte del día.  

Vía Etnea, Catania

Tras estar en la piazza del Duomo, tomamos por la vía Vittorio Emanuelle para buscar algo de info en la oficina de turismo local. Entramos al lugar y una tipa que ni siquiera hablaba inglés -sólo en italiano- nos pasó un folleto y un mapa y se fue a tomar un café y no nos atendió más.....quedamos con la impresión "bueeee, estos son así". Tras esto, dimos una vuelta por la Vía Etnea, calle que supuestamente te lleva hasta el Volcan Etna, pero las primeras cuadras funcionan como una larga peatonal donde locales y algunos turistas caminan sin mayor apuro. Luego de dar la primera vuelta por el centro de la ciudad, volvimos al alojamiento a descansar, pero al rato salimos a buscar algo de comida al supermercado. Como era sábado, muchos cerraban a las 17 o 18 horas tal como nos pasó en Liverpool (eso sí, los domingos casi ningún supermercado abre en el centro), así que llegamos a un Simply Market que como tarde cerraba a las 19:30 hrs. Este  se encontraba en el Corso Sicilia, en una zona llena de oficinas públicas y bancos, a sólo unas 4 o 5 cuadras de donde nos quedábamos. Compramos una ensalada lista para comer, vino, bebida de jugo de naranja, agua y algo para hacer sandwichs, todo por no más de 5 euros. El día había sido largo, había que descansar y aprovechar de dormir, ya que el domingo iba a estar movidito, pero lo que sigue es otra historia.

Máscaras, Catania 2017

Tips:

Si se llega a las horas que funciona el mercado, comer en Catania es muy barato. Venden pan, fugazzas, sandwichs, chorizos y montón de comida y dulces. Si estás en un fin de semana y te quedas en el centro, compra todo temprano en el supermercado. Domingos solo están abiertos los que están lejos del centro como los que están en los shoppings (malls)

Si llegas a Catania desde la estación de trenes o la terminal de autobuses, ambas a pasos de la Piazza Giovanni XXIII  y tienes que ir a la zona de la Piazza del Duomo, caminando no es más de 15 minutos. Pero si viajas en transporte público hazte la idea de que no tienen una frecuencia ideal, pueden tardar entre 10 a 40 minutos dependiendo del recorrido.

Si quieres tomar un tour del tipo "conocer el mundo del Comisario Montalbano" hay que contratarlos previamente o en la semana, ya que en los fines de semana, las agencias de viaje están cerradas. Pero si quieres contratar uno, hazte la idea de que te van a cobrar desde unos 60 a 70 euros por persona.

Nosotros nos quedamos en el Bad Catania, un Bed and Breakfast original. Si se compra online por anticipado puede quedar en buen precio. El Bad Catania queda en la calle Cristóforo Colombo 24, a pasos de la Piazza del Duomo

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