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Finde largo: recorrido por el centro de Mendoza

aceite de Oliva en el Mercado Central de Mendoza
Nuestro segundo día estaba ya decidido, recorreríamos algunas bodegas en Mendoza en la tarde, así que teníamos toda la mañana para caminar y recorrer la ciudad la cual habíamos llegado ayer en la tarde, además de asegurar el pasaje de vuelta para Buenos Aires. Tras tomar desayuno en el Hotel, salimos a dar una vuelta por el casi vacío centro de Mendoza. Eran casi las 9 y media de la mañana, pero casi no había nadie en las calles, parecían las 5 de la mañana, pero nada, todo cerrado, no había nadie, pero cruzando San Martín, siguiendo por calle Lavalle, todo era diferente, con negocios abiertos (eso sí, casi todos del rubro electrónico), clientes, parecía un día normal y no parecía día feriado. Llegamos al terminal, conseguimos pasajes para el sábado, para pasar el domingo en casa y descansar de las minivacaciones. 

Después,  retornamos de la Terminal de Ómnibuses, paseamos por el centro y seguimos por avenida Las Heras, vía de comercio popular, lleno de bazares, tiendas con chucherías para turistas y llena de negocios de fast food. Por suerte encontramos una de las pocas pizzerias que hay en el centro de Mendoza, llamada "En un rincón de la Boca" (Las Heras 485), la cual no es muy elegante ni pretenciosa en su decoración, sino que que es parte de los restoranes populares que abundan por la Argentina. Una cosa que nos llamó la atención es que la docena de empanadas costaba 40 pesos!!!! mientras que en Buenos Aires no baja de los 80 pesos!!! Evidentemente esto te habla de la distorsión de precios que existe en el país....no es posible que acá se pueda pagar la mitad de lo que nos costaría habitualmente...o la escala de precios mendocina sea muy diferente a la porteña o una explicación más sencilla....en Capital simplemente nos cagan por los precios. Vale decir que las empanadas y las pizzas estaban notables, nada que decir. No se deje engañar por el aspecto de los negocios, pruebe la comida que es lo que a la larga interesa.

Luego pasamos a vitrinear nuevamente al Mercado Central, que está a unos pasos de donde comimos, aprovechamos de comprar aceite de oliva y una que otra cosa para llevar como regalos a nuestros parientes y conocidos,  para luego volver al hotel para que nos pasaran a buscar los del recorrido, lo cual mencionaremos en otro posteo. 

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