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De Budapest a Praga

De Budapest a Praga: Estación Keleti, Budapest



Tras estar un par de días en Budapest, nos íbamos en tren a Praga (no más de 35 euros por persona). Salimos de la estación Keleti, una estación pequeña (si se compara con Retiro o Constitución en Buenos Aires o la Estación Central de Santiago) pero con bastante movimiento, ya que como cualquier país europeo el tren es la columna central del sistema de transportes....algo que en América Latina tendríamos que aprender. El tren partió eso sí, con más de media hora de atraso (salía a las 9), ya que los ferroviarios húngaros se tomaron todo el tiempo del mundo para armar el convoy. Lo peor es que nos imaginamos unos trenes hechos mierda, ya que antes de salir, habían llegado unos trenes viejos, desvencijados, pero sin viajar parados o colgando por la ventana como puede verse por Buenos Aires,  pero nos llevamos una grata sorpresa: no era un tren bala como el que llegamos desde Viena, pero el coche de segunda en que viajaríamos era amplio, cómodo, limpio, con asientos confortables...y eso es que es segunda clase. Salimos de Budapest, por una ruta diferente por la que llegamos, ya que cruzamos algunas zonas rurales que en el viaje de ida no habíamos pasado. Se veían algunas localidades o estaciones algo abandonadas o con poca mantención, pero nunca en un estado ruinoso.


De Budapest a Praga: Estación Sturovo, Eslovaquía



Tras pasar por un lago, ya estábamos en Eslovaquía y el paisaje cambia radicalmente, pese a estar a pocos kilómetros del Danubio, el paisaje era gris, triste, realmente sacado de película de la Guerra Fría, solamente faltaban los tipos con sombrero de oso en la cabeza y con Ak-47 solicitando pasaporte. En el país para en un par de estaciones, donde suben las encargadas eslovacas a revisar boletos, tras salir de este paisaje digno del Hollywood macartista, entramos a una ciudad mediana, que era Bratislava, la capital eslovaca. El tren siguió viaje, hasta una estación donde se suben a revisar boletos, esta era la señal de que ya estábamos en República Checa. Sólo entrando al territorio, te dabas cuenta que entrabas a uno de los países más rico de Europa de Este. Por la vía se veían supermercados, autos que no eran ni Kamaz ni Ladas ni ningún prodigio del esfuerzo socialista, con una infraestructura mucho más moderna, trenes que no eran locomotoras de los años 60 como las que se podían ver en Hungría o en Eslovaquía, en suma, un país capitalista y moderno.  Pronto se hizo de noche y no eran más allá de las 5 de la tarde. La comida que vendían en el tren eran unos sandwichs miserables  y mustios que no daban ganas de comprar, además nos habíamos pertrechado con mi mujer con agua y galletas, así que se hizo soportable el viaje. Pero por suerte, la espera se terminó, lentamente desde el tren se veían las grandes luces de la ciudad,  lo que sólo significaba una cosa ¡entramos  por fin a Praga!

Tips de viaje:

Si viaja desde Hungría, una excelente alternativa son  los trenes. La empresa de ferrocarriles hungara es MAV: Su link es http://www.mav.hu/english/index.php venta de pasajes se realiza en la sección internacional de venta de pasajes en la Estación Keleti. Vendedores hablan inglés y alemán (olvídese del castellano), tarzanesco en el caso del inglés, pero se puede interactuar.

Lleva siempre algo de comida en el tren, ya que la que venden es mala y cara

Trate de tener  reservado un alojamiento cerca de la estación de trenes de Praga, dado que el tren desde Budapest llega de noche.


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