Sabido es que Uruguay, y su capital, Montevideo, no son de los lugares más economicos para comer en Sudamérica. Pese a esto, se pueden encontrar agradables sorpresas culinarias literalmente en la calle. En esta oportunidad, no me referiré a un restoran en específico, sino a un tipo de negocio callejero tipicamente uruguayo: los carritos. Los puedes ver no sólo en Montevideo, sino que también en lugares tan diversos del Uruguay como lo son Colonia del Sacramento, Salto, Paysandú o incluso en Punta del Este. Los carritos son el gran secreto uruguayo para saciar el hambre. Por poco dinero para los cánones uruguayos (32$U o 1 dólar) se pueden comer un pancho (el hotdog rioplatense), hamburguesas (que no tienen nada que ver con las de Mc Donalds) ya que son con carne de verdad, chorizos e incluso el plato uruguayo con antonomasia, el chivito, bastante más barato que en un restoran.
Si andas por Montevideo podrás ver estos carritos en barrios tan diferentes como lo son en el mercado de Tristán Narvaja, en los alrededores de la Terminal en Tres Cruces, como también en calles aledañas a la Plaza Cagancha como lo son Río Branco o Convención o por el Hospital de Clínicas y el mítico Estadio Centenario, entre otras zonas de la capital uruguaya. Sin duda, ir y comer en cualquiera de estos carritos, no sólo te podrás ahorrarte unas monedas sino que también podrás entender un poco más la idiosincracia del uruguayo, tan parecido pero a la vez tan diferente a sus vecinos del otro lado del Río de La Plata.
Por ello, si andas por el Uruguay un día de estos, no dejes de darte la vuelta en un carrito y déjate tentar por una hamburguesa o un buen chivito.No lo lamentarás.
comiendo en un carrito |
Si andas por Montevideo podrás ver estos carritos en barrios tan diferentes como lo son en el mercado de Tristán Narvaja, en los alrededores de la Terminal en Tres Cruces, como también en calles aledañas a la Plaza Cagancha como lo son Río Branco o Convención o por el Hospital de Clínicas y el mítico Estadio Centenario, entre otras zonas de la capital uruguaya. Sin duda, ir y comer en cualquiera de estos carritos, no sólo te podrás ahorrarte unas monedas sino que también podrás entender un poco más la idiosincracia del uruguayo, tan parecido pero a la vez tan diferente a sus vecinos del otro lado del Río de La Plata.
Por ello, si andas por el Uruguay un día de estos, no dejes de darte la vuelta en un carrito y déjate tentar por una hamburguesa o un buen chivito.No lo lamentarás.
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