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Caminando por los Toris de Fushimi Inari


Entrada al santuario Fushimi Inari


Volvimos a Kioto desde Nara en un tren rápido y al llegar a la estación de Kioto nos dimos cuenta que era temprano, así que no dudamos en ir a Fushimi Inari.
Asi que volvimos a subir al tren  local (por suerte nuestra eran sólo 2 estaciones desde la estación de Kioto) esta vez lleno de gente y sorpresa nuestra que cuando llegamos a la estación de Inari (lugar donde hay que bajarse) bajó también una verdadera horda de gente, entre locales y turistas que entraban y salían a la vez. 

Pensamos a la ligera: al parecer no fuera buena idea venir, pero por suerte teníamos una mirada previa equivocada. ¿Pero que es Fushimi Inari (en japonés 伏見稲荷大社 o Fushimi Inari-Taisha)? Lo poco que sabíamos es que es un santuario de la religión nativa japonesa, el shintoismo y que sus toris (arcos) eran de los más fotografiados en todo Japón junto con el existente en la playa de Miyajima, pero no mucho más.


Bebedero en el santuario


Salimos del recinto de la estación y seguimos básicamente a la gente. Es así de fácil cuando tienes la barrera del idioma y no hay nada escrito en inglés, sólo en japonés. 

Tras cruzar la entrada, nos encontramos con el clásico santuario que hemos visto en Kioto, Tokio y Nara: un complejo de templos donde hay diferentes deidades a las cuales la gente rinde culto con devoción, pero no se siente el sentimiento de culpa que ves en Latinoamérica, sino una sensación de paz enorme.


Una deidad shintoista, Fushimi Inari, Kioto


A diferencia de otros santuarios que hemos visitado en Japón que en su mayoría son budistas, acá en Fushimi Inari hemos visto una serie de imágenes de deidades shintoistas, la mayoría de forma antropomorfa, los cuales los devotos rinden culto y los turistas les sacamos fotos pero tratando de respetar a los creyentes (al menos es nuestro caso), pero como decía antes aca no se respira la culpa que inunda a la versión latinoamericana del cristianismo sino que es algo más espiritual al ser menos jerárquica que los dogmas a los que estamos acostumbrados.



Vista de la entrada a Fushimi Inari en perspectiva


Esa sensación de no existencia de culpa tanto en las caras de las personas que van con fines religiosos al santuario, claramente nos hace dudar de todo lo que uno trae como carga religiosa. Ojo que no soy muy creyente y ando más cerca del agnosticismo, pero no deja de llamar la atención la devoción tranquila que poseen los shintoistas/budistas japoneses. 

Habíamos dicho que la religión en Japón es algo más cercano a un sincretismo que a un culto rígido como puede ser el cristianismo (en sus variantes católicas o evangélica). En ese sentido se puede parecer a la religiosidad de los pueblos originarios latinoamericanos donde está entremezclado tanto lo prehispánico como lo católico, tal como sucede en México, Perú o Bolivia.


Templo Shintoista


Pero más allá de asuntos sobre la religiosidad que escapan largamente a este blog, el principal atractivo turístico de Fushimi Inari no son los diversos templos que forman el complejo. 

Son sus toris, esos arcos de color naranja que forman una serie de senderos y suben por el cerro que está  detrás del santuario y que para los creyentes del shintoismo tiene un sentido sagrado.


Entrada a los Toris de Fushim Inari



No se crea que son uno o dos arquitos los Toris, son bastante y se extienden en un largo camino a lo largo del cerro. 

Pero al  menos hay una señalización básica en inglés y en coreano, algo que ayuda a seguir recorriendo y no perderse (además de seguir al grueso de la gente).





Este debe ser de los lugares, no sólo en la región de Kioto sino que en todo Japón con más selfies y fotos subidas a Instagram, Tik Tok o a Facebook. 

Se entiende por la belleza del lugar pero es cierto que ver hordas de turistas haciendo lo mismo da algo de pudor al sacar la cámara o el celular, pero siempre se puede hacer alguna foto decente (o al menos, eso tratamos de hacer).


Kimonos caminando bajo los toris de Fushimi Inari


Fushimi Inari debe ser de los lugares en Japón que más vale la pena visitar. 

Ya sea para sentir la espiritualidad de los santuarios o para sacarte una foto debajo de los toris, sin duda, es un verdadero imperdible por si te encuentras por la región de Kioto o incluso Osaka, ya que está a algo más de 1 hora.

Mensajeando o subiendo al instagram en los toris


Luego de caminar un largo rato por medio de los toris, llega un momento en que quieres saber donde estás parado y en esa encontramos un mapa para ubicarnos, eso sí, con letras grandes en japonés y muy pequeñas en inglés, pero por lo menos este tenía dibujitos así que fue fácil ubicarnos en que lugar estábamos.




Seguimos caminano por uno de los senderos  hasta que por esas cosas de la vida, decidimos comenzar a bajar. 

Ya no encontramos toris, pero vimos una serie de santuarios tanto shintoistas como budistas, los cuales llaman la atención por ser lugares tranquilos y de recogimiento, de oración pero sin ese tono de castigo que posee el cristianismo en su versión católica.


Santuario


Seguimos nuestro camino y casi al final del recorrido nos encontramos con un Buda dorado, lo que confirma la coexistencia y fusión del shintoismo y el budismo en Japón. 

Este Buda nos marcaba el fin del recorrido y lo que sigue ya es otra historia


Buda


Tips de viaje:

Llegar a Fushimi Inari es bastante fácil desde la estación de Kioto. Vas con el mismo tren local de JR que va a Nara con frecuencias de entre 2 a 4 por hora dependiendo el día. Son sólo 2 estaciones desde la estación de Kioto y 18 desde Nara. Valor del pasaje desde Nara:  unos 140 yenes por tramo. Puedes usar el JR Pass. Desde Osaka haces combinación en la estación de Kioto y de ahí a Inari.

Más info podrás ver en el sitio oficial del santuario:  http://inari.jp (info en chino simplificado/tradicional, inglés y coreano además de obviamente en japonés)

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