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Perdiéndonos por las calles de Nápoles

 


Era nuestro segundo día en Nápoles e íbamos a aprovecharlo en caminarla sin apuro. 

Recordemos que estábamos acá de manera improvisada, ya que nuestro plan de viaje original contemplaba una vuelta por Turquía, pero con el terremoto que asolo al centro sur del país, cancelamos y tuvimos que armar todo de improviso, y fue así que llegábamos a Nápoles. 

Claro, no era la primera vez que andábamos en Nápoles, pero siempre esta ciudad te depara sorpresas.

parte de la caminata por Napoles (fuente Google Maps/info propia)

Salimos del hotel temprano, luego de tomar desayuno. Cruzamos el Corso Giusseppe Garibaldi, el que divide la zona de la estación Napoli Centrale con la del Centro Storico de la ciudad. 

Cruzamos y nos encontramos con una zona de la ciudad que no habíamos andado, por los alrededores de la Piazza Tribunali (enfrente del Castel Capuano), una zona que no se ve muy amistosa a primera vista con el turista, pese a que hay una gran cantidad de hostales, hoteles y alojamientos de todo tipo además de un cuartel de la Polizia di Stato (Policia nacional italiana). 

íconos napolitanos en la puerta de un restoran

Pero seguimos caminando por la Via dei Tribunali (Calle del Tribunal)  y nos encontramos con un Centro Storico bastante movido, lleno de comercios, alojamientos y de atractivos como la Catedral de Santa María Assunta, además de negocios y tiendas con los lugares comunes que son generadores de la identidad napolitana, que dan desde el cuerno napolitano (pimiento), Pulcinella (el arlequín con máscara negra) hasta Sophia Loren y Diego Armando Maradona. 

Recordemos que Diego fue y es idólo del Napoli y tras muerto se convirtió en otro símbolo local napolitano.

figuras en la Via San Gregorio Armeno, Nápoles

Sin darnos cuenta llegamos hasta una calle que estuvimos en nuestra primera visita en Nápoles, la  Vía San Gregorio Armeno, por la cual dimos una vuelta larga, para luego retomar nuestra caminata por la Via del Tribunali hasta que llegamos a su fin cuando se cruza con la Via San Sebastiano. Caminamos unas cuadras hasta llegar a la vetusta Galleria Principe di Napoli.

De ahí tomamos dirección hacia la Via Toledo hasta que nos topamos con la zona de los libros usados en Napoles, la Via Port'Alba, la cual es una mezcla entre los sebos de Río de Janeiro y las librerias de viejo de la calle San Diego en Santiago.

Libros en la Via Port'Alba, Nápoles

Acá nos quedamos un rato chusmeando y comprando (era que no, cayó en mis manos una edición de Asterix en italiano, Asterix in Iberia) y luego seguimos por la Via Toledo, la cual nos marcaba que estábamos en el centro de la ciudad. ¿Y que hacemos ahora?

Era muy temprano para buscar donde almorzar, así que seguimos por la Via Toledo hasta llegar a la parada Augusteo del Funicolare Centrale, el cual tomamos sin mayor información y nos bajamos en la estación Fuga, que es la última del recorrido.

Entrada a la estación de metro Toledo, Nápoles

Nos bajamos y encontramos una Nápoles menos caótica, más burguesa (en el sentido clasista del término) sin la locura del tránsito del centro de la ciudad ¿Y para donde vamos? Seguimos a un grupo de turistas coreanos que nos terminó llevando hasta el Castel Sant'Elmo (Castillo de San Elmo), desde cual se tiene una buena vista de la ciudad. 

El castillo estaba cerrado y a los coreanos que seguimos los metieron a un restoran. Hicimos una pausa en el cercano Mirador de San Martino y decidimos bajar por una calle sinuosa y de curvas que me recordó lejanamente a Valparaíso.

Vista desde el Mirador de San Martino, Nápoles

Caminamos sin mayor apuro por escaleras y senderos no aptos para motos y autos (solo a fuerza de subir y bajar escaleras, como hacía en mi época universitaria en Valparaíso) hasta que llegamos a la locura viviente que es el Quartieri Spagnoli (barrio español). 

Desde la vez que vinimos mucho no había cambiado, siendo esta mixtura de locura, devoción por Maradona  y la buena comida. Ya había algo de hambre y buscamos un lugar donde comer.  Finalmente dimos con la Trattoria A' Pignatta, donde comimos bien y no gastamos mas de 20 euros en 2 platos de pasta, agua y gaseosa light. 

entrada a la Trattoria A'Pignatta, Quartieri Spagnoli

Para bajar la comida, aplicamos la passeggiata, es decir, seguir caminando hasta que llegamos hasta la orilla del mar, donde nos sentamos un rato largo mirando el Mediterraneo sin apuro.

 Luego volveríamos al centro, compramos algo de comida y cenamos algo tranqui en el hotel, ya que al día siguiente iríamos a Pompeya, pero eso ya es otra historia.

Pulcinella en graffitti, Nápoles

Tips de Viaje:

✅Nápoles es una ciudad para caminar sin apuros, pese a los dementes que andan en moto y auto por la ciudad.

✅Nápoles no es una ciudad peligrosa, si tomamos en cuenta que quien escribe (y su esposa) son latinoaméricanos, por ende, ya estamos habituados a ciertos grados de mastuerzidad, por ende, no lo es, pero siempre andar con cuidado y guiarse por el sentido común.

✅Los funiculares son parte integral de la red de transporte en Nápoles, la cual está compuesta además de los funiculares (3 lineas) por el metro, trenes suburbanos y autobuses. Más info puedes de planos de líneas, precios y horarios puedes ver en la web de la Azienda Napoletana Mobilità (en italiano)

✅Nosotros almorzamos en A'Pignatta (Vico Lungo del Gelso 110/112, Quartieri Spagnoli). Pastas y platos napolitanos de gran calidad. Precios accesibles para lo que es Nápoles.

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