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Paseando por Roma: Chao Vecchia Signora

Roma
Salimos del Vaticano para terminar de recorrer Roma. Tras almorzar en un restorán de comida árabe en Termini, y que mi mujer se juntara con una amiga italiana en la tarde en un café cercano al hotel donde nos estábamos quedando, teníamos que ver para donde íbamos después de estar  algunos días en la ciudad eterna.

Una opción era seguir hasta Napoles. Otra opción era llegar en bus hasta Palermo, en Sicilia, pero no había ninguna opción que nos convenciera realmente.



Al día siguiente, decidimos ir a la Estación Tiburtina, a un par de estaciones de Termini, para ver los precios de los autobuses para ir al sur de Italia, pero nos encontramos con algo peor que lo imaginábamos, un lugar no más grande que el terminal Pajaritos en Santiago de Chile o la vieja terminal de Neuquén, abandonada a su suerte  pese a ser la principal terminal de buses de Roma, y que más encima,  había que estar atento a los carteristas, los cuales rondaban por la zona. Lo peor es que los buses para Sicilia salían de noche y el lugar ni siquiera tenía sillas para sentarse, era una vil parada de buses, con oficinas cerradas, donde no se sabe donde se podían comprar los boletos.  Este caos que nos encontramos en Tiburtina, decantó (en ese momento) ir a Napoles en el tren regionale, ya que sólo costaba algo más de 11 euros el boleto.
Estación Tiburtina, Roma

Tras volver de la estación Tiburtina, decidimos comprar los boletos de tren para Nápoles en Termini, tomamos el metro y  fuimos a caminar por la ciudad, para sacar las últimas fotos, en la Fontana di Trevi y Plaza España, las cuales hay que reconocer, son imposibles de poder conocer sin tener que soportar a las hordas de turistas (en ese momento, chinos, coreanos y japoneses) que literalmente habían invadido Roma.

Luego de sacar las fotos de rigor, comimos algo a la ligera y fuimos a buscar las maletas al hostel donde estábamos, para ir a la estación de trenes para subir a el....pero nos encontramos con un espectáculo dantesco, (era viernes), la gente corriendo como posesos o changos para subir al tren, tirando las maletas para asegurar asiento.  Faltaba una hora para que saliera, pero parecía que estábamos en cualquier lugar, menos en Roma y en Italia ¿país del G8?, las pelotas, era como nuestros países, pero con algo de modernidad...ni en las maltrechas estaciones de trenes de Buenos Aires, sea esta Once, Retiro o Constitución ni en los viejos trenes de FFCC del Estado en Chile cuando era niño vi algo similar. Simplemente no pudimos subir con las mochilas y maletas (tuvimos que comprar otra en Roma, por que la que habíamos comprado a un vendedor asiático en Florencia, no duró nada)...y nos quedamos helados ¿que mierda hacemos?

Oficina de reclamos en la Estazione Termini, Roma
Por suerte, se me ocurrió una ídea de esas que salen en los imprevistos como este... Italia a la mierda, le dije a mi mujer mejor vámonos a Viena, Austria, el tren sale 79 euros. Tal como estaban las cosas, no costó para nada cambiar de nuevo de planes de viaje, así que nos fuimos a una oficina de atención al cliente de Trenitalia para me  pudieran devolver los boletos del tren a Napoles, ese mismo al que no pudimos subir.

Me hice entender con mi pobrísimo italiano y luego con un inglés algo chapurriado, y tras esperar una serie de timbres en los tickets, clásica burocracia italiana  me devolvieron el dinero sin mayores problemas y con eso (mas algunos otros euros) compramos dos boletos a Viena para ese mismo día a las 19:00 y Chao Vecchia Signora.

Tips de transportes en Roma:


Si viaja a Italia de Roma al sur en tren, compre de las clases más caras, dado que las económicas (treni regionale) son casi trenes que llevan ganado

En la estación Termini, ojo con los carteristas, abundan en cantidades industriales

Piénselo dos veces si tiene que tomar un bus en la stazione Tiburtina, ya que es una terminal de buses muy precaria (incluso para estándares latinoamericanos)

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