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Ciudad de México: Santo Domingo, Garibaldi y calle Madero en domingo


Bordeando el Museo del Templo Mayor, Ciudad de México


Tras andar por la Alameda Central, seguimos caminando sin apuro por la Ciudad de México.
Subimos rápidamente por  la calle Madero, el Zócalo y el museo del Templo Mayor y volvimos a descansar un rato al hostal donde nos estábamos quedando, ya que no habíamos dormido mucho desde que salimos de San Francisco (si, los años ya pesan, jaja) pero en menos de 2 horas saliamos nuevamente pero tomando otra ruta. Nos dirigimos por la calle República de Venezuela hacia la Iglesia de Santo Domingo.

Camino a Santo Domingo en domingo

¿Que tiene de especial la Plaza y la Iglesia de Santo Domingo?  Además de estar en sus cercanías el escabroso museo de la Inquisición y otros museos alrededor, esta es una de las zonas de la ciudad más antiguas, con restoranes y cantinas tradicionales además de ser el barrio de las imprentas (boletas, facturas y similares) además de encontrarse en los arcos de la Plaza de Santo Domingo,  oficios próximos a extinguirse como el de las personas que escriben cartas a máquina para los cada vez menos frecuentes analfabetos. 

En otras palabras, la plaza de Santo Domingo es un lugar que se conserva virtualmente como una capsula del pasado en la moderna Ciudad de México, lo que queda más que claro cuando se visita un día domingo, donde lo que menos que hay es gente a diferencia de las calles Madero y 5 de Mayo, estas últimas atestadas de público.

Plaza de Santo Domingo


Por oro lado, la iglesia de Santo Domingo, se encuentra cruzando la calle República de Venezuela y  es un edificio propio de la era colonial como buena parte de los templos del Centro Histórico de la Ciudad de México. 

Hasta hace algunos años en sus puertas se instalaban personas que realizaban limpias, el cual era uno de los motivos porque llegamos caminando hasta acá. Pero en el momento que pasamos no había señores ni limpias ni nada, así que seguimos por nuestra ruta dominical.

Iglesia de Santo Domingo


Tomamos la calle Belisario Dominguez que es la continuación de calle República de Venezuela, hasta llegar a la calle Ignacio Allende y caminamos hasta República de Honduras donde comenzamos a entrar al legendario barrio de Garibaldi, el lugar de las cantinas y los mariachis en el centro de la ciudad, con fama de barrio bravo (no por nada está a un costado de la Lagunilla y Tepito).

 Pero como era domingo, mucho movimiento no había.


Garibaldi, Ciudad de México





Dimos una vuelta por Garibaldi, lugar donde puedes ver estatuas de artistas legendarios del genero mariachi como Jorge Negrete, Pedro Infante y Juan Gabriel,  pero más allá de este paseo de glorias musicales mucho no pasaba y evidentemente la acción es mas tarde, nunca a las 2 pm, la hora que andábamos nosotros, asi que tras caminar por la peatonal que es República de Honduras, decidimos irnos de Garibaldi dejando a Juan Gabriel en su soledad hasta que lleguen otros a saludarlo.


Estatua de Juan Gabriel en Garibaldi, Ciudad de México


Dejamos Garibaldi y seguimos por la calle Ignacio Allende hasta llegar a la avenida 5 de Mayo. Ya a esa hora había hambre así que buscamos donde almorzar. 

Nos encontramos con el clon del Popular, La Pagoda (av. 5 de Mayo 10), que ofrece prácticamente el mismo menú que el ya mencionado Popular, pero en un espacio mas largo y con precios y calidad similares. 

Revisando el Menú, Café la Pagoda, Ciudad de México


Comimos algo ligero (ya que volveríamos a la noche), pasamos por el Samborns del Palacio de los Azulejos, para tomar de nuevo la calle Madero, la cual a diferencia de la mañana ya era un mar de gente que aprovecha el domingo para dar una vuelta y aprovechar el día. 

Acá la Ciudad de México se diferencia de Santiago, Buenos Aires y Montevideo, las cuales (salvo en malls y shoppings) son ciudades fantasmales si la comparamos con la capital mexicana.


Calle Madero un día Domingo


Entre el mar de gente y los vendedores de opticas, los cuales te topas al menos unos 10 por cuadra por la calle Madero, llegamos al corazón de la Ciudad de México y tal vez de todo el país: el Zócalo. 

Entre la iglesia, el Palacio Nacional y la sede del gobierno de la ciudad, se yergue  el Zócalo cual planchon de piedra, donde se resume el pasado, presente y futuro de un país complejo, diverso y atrapante como México. 

Todo lo demás ya es otra historia.

Catedral, mástil y Zócalo de la Ciudad de México

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