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Unos días en Cafayate

 

Plaza de Cafayate


Habíamos llegado a Cafayate tras un largo viaje en micro.

Luego de bajar del micro que nos trajo desde Santa María (ahí nos hicieron cambiar de micro, esa historia la puedes leer acá), nos fuimos caminando hacia el alojamiento que habíamos reservado. 

Pero algo pasó en medio..se nos rompió una maleta, la que usabamos para llevar una mochila de 20 kgs y para guardar las cosas que compráramos en nuestro viaje.

Ya el mango retractil de la misma andaba mal, en Tafi del Valle se lo desmontamos, pero al bajar del micro en Cafayate fue imposible de andar. 

Pese a que quedaba el alojamiento a unas pocas cuadras, unas 5 o 6, andar con la dichosa maleta fue casi un suplicio. Llegamos donde habíamos reservado, Mamaku Huasi (Rivadavia 251) tras media hora de andar revoleando la dichosa maleta. 


Locro: buenísimo aunque tardó 45 minutos, Cafayate

Nos instalamos y bueno, decidimos darla de baja a la maleta, así que tras eso, decidimos irnos a comer algo. Tan temprano no era, así que fuimos a ver que encontrábamos para almorzar.

 Como era último día de carnaval, la mayoría de las tiendas y negocios estaban cerrados, salvo los restoranes que rodean la plaza principal de Cafayate, los cuales estaban casi en su totalidad llenos de gente, la mayoría turismo interno (es decir, nacional) aunque uno que otro turista europeo andaba revoloteando por la plaza.

Tras dudar, nos sentamos en un restoran, el cual nos tomaron el pedido (en el caso de quien escribe un Locro, el mismo de la foto), pero este llegó....a los 45 minutos. 

Pero bueno, debe ser normal en época llena de turistas.  Una cosa que nos llamó la atención en su momento que salvo cuando se entraba a las tiendas o restoranes, ya casi nadie usaba mascarilla o barbijo (situación que se terminó de sincerar a fines de marzo de 2022), comprobación empírica de que la gente -al menos en este país- ya se pudrió de la pandemia. 

Una esquina en el centro de Cafayate


Luego de comer y dar una vuelta por el centro de la localidad, decidimos hacer lo que hace la mayoría de la gente en Cafayate: dormir una siesta  en el alojamiento y posteriormiente, tomar unos mates. 

Tras esta pausa, salimos como a las 19:00 y nos encontramos con un Cafayate que se despertaba del carnaval: todos los negocios abiertos como si fueran las 10 de la mañana y con una plaza llena de gente, entre locales y turistas.

Plaza de Cafayate

Claramente era el fin de los festejos del Carnaval, con chicos arriba de camionetas tirando baldes de agua, y muchos de los turistas, subiendo sus equipajes arriba de los vehículos para volver a sus destinos de origen, pero eso no quitaba que la localidad despertara de su letargo siestero y a la vez carnavalero.

Calle Rivadavia, Cafayate

Tras vitrinear y buscar donde comer,  además de dar unas vueltas llegamos  de noche al alojamiento y nos encontramos con la sorpresa de que en la habitación de al lado, estaban discutiendo la dueña del hostal con una pareja de franceses que se negaban a pagar el alojamiento, ya que no querían usar efectivo y las tarjetas que usaban supuestamente no eran aceptadas al pasar el posnet (nombre genérico a los sistema de pago con tarjetas en Argentina). 

Nosotros nos metimos a la habitación, mientras la situación comenzó a subir de tono, tanto que llegó el esposo de la dueña  amenazó a la pareja de europeos con llamar a la Policía si no pagaban lo adeudado, cosa que terminó sucediendo. 

Llega la policía y ocurre que los franceses terminan ablandandonse, ya que mágicamente entre ellos apareció una tarjeta de débito que tenían escondida, llaman a una chica con otro posnet para que pudieran validar la venta y vualá, pagaron con tarjeta. Y así pasó la primera de las 2 noches en Cafayate.

A la mañana siguiente, tomamos desayuno y conversamos con la dueña del alojamiento, la cual nos pidió disculpas con lo que pasó anoche y nos contó todo lo que sucedió con los franceses, los cuales como epílogo de todo, se fueron a las 4 am, ya que tenían vuelo desde Salta, pero al menos pagaron. 

Mercado Municipal de Cafayate

Salimos a dar una vuelta y nos decidimos a hacer algo para no hacer lo que hicimos el día anterior: siesta y mate. 

Ibamos a hacer las degustaciones de vino que ofrecen algunos viñedos locales por nuestra cuenta, ya que salían mucho más baratas que los tours que ofrecen las agencias que están en los alrededores de la plaza principal. 

La principal ventaja de hacerlas por nuestra cuenta es que estas quedaban a muy pocas cuadras de la plaza principal, a lo sumo 2. Pero antes había que comer y encontramos un lugar por la plaza, donde tenían (en marzo de 2022) un menú por 750 ARS, lo cual es barato para los cánones argentinos. Pero lo que sigue,  es decir, la degustación de vinos, ya es otra historia.

Cerca de la catedral de Cafayate


Tips de viaje:

👉En Cafayate no hay transporte público, sólo taxis y remises. En época de carnaval escasean bastante

👉 Por lo general, la mayoría de los restaurantes están alrededor de la plaza principal, siendo más baratos que en Buenos Aires. Ir temprano en temporada alta como Carnaval o Semana Santa. Si eres de presupuesto económico, hay algunos a buen precio por General Güemes en dirección a la terminal de Ómnibus

👉Si vas en época de carnaval los precios de los alojamientos se disparan. Quisimos buscar hoteles/hostales con previaje, pero mucho no había si se buscaba online. Al final terminamos reservando en Booking, el Mamaku Huasi, el cual cumple con las 3 B: bueno, bonito y barato, además de estar cerca de la plaza principal. ¿Te interesa reservar este mismo o buscar otros alojamientos en Cafayate?. Acá te dejamos un link con hoteles en Cafayate


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