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Caminando por una Jaipur más cotidiana

Dejando atrás la Pink City



Dejamos la Pink City de Jaipur tras recorrerla por largo rato. Era algo tarde para ir hacia el Fort Amber y mi mujer estaba algo mal del estómago, ya que comenzó a sufrir lo que podríamos llamar la versión india de la venganza de Moctezuma, así sin darle tanta vuelta decidimos volver al hotel para ver que hacíamos en el resto del día.

Tras caminar algunas cuadras para que no nos cobraran alguna tarifa del tipo turista (lease sobreprecio) en el mototaxi, decidimos tomar un tuk tuk, el cual nos cobró unas 100 Rupias  por  los dos para llevarnos hasta la estación de tren, el cual teníamos como punto de referencia para llegar al hotel donde nos estábamos quedando.

Turistas y locales en los alrededores de la Pink City


Al escucharnos hablar en castellano, el chófer nos comienza a hablar en inglés preguntando de donde éramos y luego de las presentaciones de rigor, nos dice que vivió muchos años en Barcelona, que era una ciudad que le gustó mucho y que estaba juntando dinero para poder volver de nuevo. Recorrimos en no más de 20 minutos los cerca de 4 kilómetros desde la Ciudad Rosa hasta las cercanías de la estación de tren, donde se encuentra el Vinayak Guest House. el lugar donde nos estábamos quedando.

 TIP:    Puedes ver como salimos de la Pink City en Tuk Tuk en este video

Estación de trenes de Jaipur



Luego de llegar a la zona de la estación de trenes nos bajamos del mototaxi y nos dirigimos caminando hacia el hotel y nos encontramos con una boda según el ritual sikh, la cual ya tenía algunos preparativos desde el día anterior. Al parecer estaban en el segundo día de festejos (ver fotos de posteo anterior) con un almuerzo con todo el aspecto de ser algo mas cercano a ser  una comida para la resaca así que mucho ambiente fiestero no había en el momento que pasamos por el lugar.





La zona donde nos estábamos quedando es relativamente cerca de la estación de tren, por ello es una sector donde hay hoteles de todo tipo, algunos para viajeros extranjeros como el que nos estábamos quedando y otros principalmente para visitantes locales de sectores medios que vienen a esta ciudad por trabajo o fiestas, así que para el vecindario no es raro ver turistas extranjeros e indios en el sector. Pese a ser una zona de hoteles, también es zona residencial, siendo un barrio de clase media para los cánones indios, no hay tantos negocios como los que hay en la por momentos asfixiante Paharjganj así que hay que buscarle bastante si quieres comer algo o comprar algo más que galletas o Coca Cola. Mi mujer fue a dormir un rato, mientras que yo salí a caminar por allí, tomando como referencia la calle donde estaba el Vinayak.

Pequeño templo hindú cerca del Vinayak Guest House


Caminando para el otro lado del hotel por la calle Kabir Marg, me encontré con una zona de oficinas públicas y privadas e incluso edificios de departamentos de altura, muchas alrededor de la rotonda/glorieta del Collectorate Circle Park (con ese nombre sin duda herencia de los británicos), donde cruzar la calle puede ser una aventura de alto riesgo (hay que tomar en cuenta que en India los semáforos apenas se respetan al igual que las leyes del tránsito) así que no ver donde podía avanzar sin que me pasara una moto por encima,  decidí devolverme  hacia la zona del hotel.

Mujeres comiendo en un puesto de comida, Jaipur


Acá ver alguien que ande caminando por acá y que no sea indio (mejor dicho turista) es  algo raro (y te miran de reojo algunos pero sin afán amenazador ni mucho menos más de curiosidad que otra cosa), así que sirvió para hacerse una idea de como es esta ciudad y su ritmo cotidiano, tal como cuando veníamos del aeropuerto cuando veíamos las universidades y los institutos (incluso uno para ser "artista de Bollywood") llenos de estudiantes. Pese a haber un montón de puestos de comida, no me quise arriesgar tanto por que no quería caer bajo el ataque del Moctezuma indio ni tampoco parecía ser una zona donde se usara mucho el idioma de Shakespeare (que lo hablo como las pelotas a confesión de partes)  y mucho menos el castellano (en Jaipur muchas oficinas públicas y señalética vial están solo en el idioma local, no existiendo su traducción al inglés), así que decidí volver al hotel a comer algo y ver a mi mujer como estaba, terminando así el día sin mayores prisas y lo que sigue  ya es otra historia.

Niños comiendo, Jaipur


Tips de viaje:

La mejor zona para quedarse en Jaipur en términos de precio y calidad es en las cercanías de la estación de tren, sobretodo si tienes que seguir viaje por el Rajastan. Hay hoteles de todos los precios y categorías, eso sí, son mucho más baratos que en Nueva Delhi.

Para comer hay muchas opciones por la zona del Collectorare Circle Park, pero son básicamente para locales y para quienes tengan acostumbrados los estómagos a los vaivenes gástricos de la dieta india fuera del circuito turístico.

Por las cercanías del Collectorate Circle Park (y por la zona del Vinayak Guest House) hay muchas farmacias, sobretodo por la calle Kabir Marg hay muchas farmacias, ya que en sus cercanías está el Bani Park Hospital.

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