Ir al contenido principal

Una vuelta a El Bolsón y Lago Puelo: el sur no es tan tranquilo como parece

 

Km 1961, Ruta Nacional 40


Era nuestro cuarto día en Bariloche y  en esta ocasión nos tocaba ir por el día a El Bolsón y al Lago Puelo.

Al igual que los recorridos hacia Puerto Blest y la Ruta de los 7 Lagos, lo íbamos a hacer a través de una excursión. ¿Porqué? Habíamos descartado ir por nuestra cuenta, dado que la frecuencia diaria de micros (buses/camiones) desde Bariloche hacia El Bolsón es francamente mala y tampoco nos quedaban muchos días por la zona. Por ello, para aprovechar mejor el tiempo, decidimos ir a El Bolsón y al Lago Puelo por el día de esta manera.

De la misma forma que en las excursiones anteriores, nos levantamos temprano, tomamos desayuno y nos pasaron a buscar a la hora acordada en el voucher (8:00 am). En este caso fue en una combi, que ya venía con gente y al igual que en las otras excursiones, estuvimos dando vuelta por algunos hoteles del centro de la ciudad para buscar viajeros, en este caso, casi todos turismo interno salvo una pareja de panameños que andaban en su primer viaje después de las restricciones por coronavirus. 

Luego de ello, tomamos la salida sur de la ciudad, tomando la ruta 40, la que cruza por un Bariloche que no está en las guías de turismo, el Bariloche de la pobreza y la exclusión. No por nada, en cuanto en cuanto hay reventones sociales en esta parte de la ciudad, lo que nos habla de la desigualdad estructural existente no sólo en Bariloche sino que en varias ciudades argentinas. 

Es algo que el guía lo reconoce de inmediato, al hablar de la pobreza y marginalidad que hay en la zona alta de Bariloche. Más allá de esta cuota de crudo realismo, seguimos viaje.


Arriba de la combi hacia El Bolsón y Lago Puelo

Bordeamos la zona del lago Gutiérrez, seguimos por nuestro recorrido y pasamos muy cerca donde han habido incidentes entre mapuches y agentes del estado, pasando por un antiguo hotel quemado y tomas de terreno de organizaciones mapuches. 

El guía que nos tocó mencionó los incidentes, pero con un tono crítico con respecto al actuar de estas comunidades mapuches. Algunos de los que iban con nosotros, como una profesora de Córdoba decía "que diferencia con los del norte, con los collas, estudiosos y caballerosos, no como estos mapuches". Nosotros preferimos mantener en silencio nuestra opinión. No queríamos convertir la excursión en un puterio, con una discusión que no iba a llegar a ningún lado. 

Quienes han leído este blog saben que tengo un posteo sobre un mural dedicado a una mujer mapuche en Valparaíso (ahí dejo claro mi postura sobre el tema) y que con respecto a lo que pasa en el sur argentino, claramente hay situaciones que deben ser corregidas. 

Violencia estatal y privada ha habido históricamente contra el pueblo mapuche en ambas bandas de la cordillera y obviamente también en la Patagonia. Tarde o temprano la violencia se devuelve y cuando uno viaja en excursiones como esta,  te das cuenta que la conflictividad social no puede esconderse bajo la alfombra, ya que aflorará mas pronto que tarde de una u otra manera, tal como veríamos en El Bolsón mismo.

Vista de la zona cercana a El Foyel

Por suerte, tal como apareció el tema desapareció al comenzar a contemplar la naturaleza que nos rodeaba.  Tras algo más de 1 hora y media de viaje, hicimos una parada en la localidad de El Foyel, un lugar donde paran la mayoría de las excursiones que van desde Bariloche hacia la zona de El Bolsón.  Además de aprovechar de comer algo e ir al baño, es una buena introducción para comprender lo que viene más allá.  

Tal vez, El Foyel se parezca más a las localidades pequeñas del colindante sur chileno que a la idea que se tiene de la Patagonia argentina, por el estilo de las casas (todas de madera y con chimeneas) y el paisaje, el cual perfectamente puede estar enclavado en la vecina Región de Los Lagos.


Ruta a El Bolsón y Lago Puelo (fuente Google Maps/DDM)

 

¿Porqué? En teoría, en esta zona pasa la línea divisoria de las aguas, ya que buena parte de los ríos y esteros de esta parte de Río Negro desaguan para el Pacífico, lo que significa que buena parte de esta zona debiera estar bajo control de Chile, pero tal como repetía el guía (como todos en esta parte del país) si no fuera por el super héroe local, el ya mencionado Perito Moreno, centinela de las fronteras, logró imponer su tesis de que el límite debiera pasar por las altas cumbres, mas cercanas al océano, que por la línea divisoria de las aguas. 

Luego, al darse cuenta que era chileno, el guía me pide disculpas si fue demasiado nacionalista y le dije, no hay problema, ningún rollo (pero si se topaba con algún chileno nacionalista, que no es mi caso, algo de lío le iban a armar).

El Foyel, Río Negro

Tras cerca de 20 minutos en El Foyel, seguimos viaje con dirección hacia El Bolsón. Pero antes tuvimos una parada en una granja acuícola como parte de la excursión, la Granja Lanix, el cual es un lugar donde de manera artesanal se cultivan truchas para su producción. 

Está ubicada a pocos kilómetros de la entrada norte de El Bolsón. Llegamos y un guía de la acuícola, Brian, nos estaba esperando para explicarnos todo el proceso de producción de las dichosas truchas.

Criadero de Truchas

Estuvimos dando vuelta por las instalaciones por cerca de 30 a 45 minutos, en la cual nos explicaban todo el proceso de crianza de los dichosas truchas, que se veía a simple vista como todo muy artesanal (incluso con un ternero al lado como en la foto que está arriba), pero al parecer cumplían con la función de criar a los salmones para su posterior producción.


Luego de recorrer la acuicola, pasamos a la tienda de la granja donde la mayoría (incluso nosotros) compramos productos del lugar. Tras esto, seguimos camino, pasando de largo por El Bolsón, cruzando el límite provincial  dejando Río Negro y entrando a la Provincia del Chubut hasta el Lago Puelo, que le da nombre al Parque Nacional del mismo nombre. 

 En teoría debíamos pagar la entrada al Parque Nacional pero casualmente ese día había paro de funcionarios de Parques Nacionales, así que entramos sin pagar. 

Orillas del Lago Puelo, Parque Nacional Lago Puelo, Chubut

Cuando llegas a lugares como las orillas del Lago Puelo, dan ganas de pensar: ¿Porqué no mandamos todo a la mierda y nos vamos al sur? Son esas cosas que se te vienen a la cabeza cuando te sientas, tomas un mate, sentís el viento en la cara y contemplas la inmensidad de la naturaleza que se tiene frente a los ojos. 

Hacía más de 18 años que no estaba en este lago (había venido en el verano  del 2003 con un amigo) y ahora que lo veo de nuevo, está igual que en esa ocasión. 



Aunque no estuvimos más de 45 minutos (clásico de los tours) bastó ese lapso de tiempo para reencantarse con el paisaje que nos rodeaba, prometiendo volver más pronto que tarde o al menos que no pasen 18 años de nuevo. 

Pero había que seguir el tour. Ahora nos dirigíamos de vuelta hacia El Bolsón, donde nos quedaríamos por un par de horas recorriendo la feria artesanal que se instala en la plaza principal y buscar un lugar donde comer algo.

Feria Artesanal de El Bolsón

Más allá de lo pintoresco que son algunos personajes de la feria artesanal (se hace martes, jueves, sábados y domingos) como por ejemplo, el "Mago del Merken" o algo así se hacía llamar, lo que nos llamó realmente la atención en nuestra visita a El Bolsón son los murales dedicados a personas fallecidas de manera violenta por la zona, ya sean estos mapuches por las luchas por recuperación de tierras, como es el caso de Rafael Nahuel (como el que puedes ver debajo) quien fue asesinado por la Prefectura Naval en el desalojo de una toma de terrenos en Noviembre de 2017

Imagen de Rafael Nahuel con la frase "Amulepe Taiñ Weichan" (nuestra lucha continua)

Pero  este no es el único mural existente de este tipo, ya que hay otros murales en homenaje a otros muertos de manera violenta en la zona de El Bolsón, como por ejemplo, uno dedicado a 3 mochileros atropellados en la ruta 40 hace cerca de 10 años atrás.

Mural en homenaje a 3 mochileros atropellados en el 2011

Pero no eran los únicos de este tipo que veríamos en nuestro recorrido por el centro de El Bolsón, sino que habían otros murales e imágenes dedicados en este caso a Matías Albornoz, un joven remisero local (taxista)  asesinado de manera violenta en un asalto en la zona del Lago Puelo en el 2015

Mural en homenaje a Matías Albornoz

Y también nos encontramos con varios mensajes, grafittis y murales dedicados al "Brujo" o  Santiago Maldonado, el que murió en muy extrañas circunstancias en agosto de 2017 tras huir de la Gendarmería (policía militarizada federal) en un desalojo de una toma de terreno mapuche en la localidad de Cushamen, Chubut, muy cerca de El Bolsón, desapareciendo por semanas y apareciendo su cadáver en el río cercano.

Mural dedicado a Santiago Maldonado

Ahí te das cuenta que el sur no es tan tranquilo como parece, ya que sin tener que rasgarle tanto, subyace debajo de los hippies que venden sus cosas en la feria, de las cabañas a orillas del lago Puelo y los omnipresentes duendes (que reemplazan en el imaginario a los pueblos originarios) la violencia asesina, ya sea privada en el caso de Albornoz y de los 3 mochileros como también la que es directa  o indirecta de manos de agentes del estado como es el caso de Rafael Nahuel o Santiago Maldonado. 

Es imposible no ir al El Bolsón y no darse cuenta que algo sucede. 

Hacía unas semanas antes de nuestra visita había sido quemado un club de montañistas en el centro de El Bolsón y días después de nuestro viaje a la zona, asesinaron a un mapuche en una toma cercana, lo que trajo actos de violencia en pleno centro de El Bolsón. 

Tampoco a este ambiente extraño, escapan las violentas protestas en el vecino Chubut por una ley que permitía la Megaminería, la cual fue derogada a las 48 horas de ser aprobada. 

Mural dedicado a Rafael Nahuel y Santiago Maldonado, El Bolsón, 2021

Claramente las cosas en el sur argentino no están tranquilas. Por más maquillaje que se coloque para que parezca normal para el turismo, tarde o temprano la violencia aflora y está lejos de calmarse. 

Como decía en ese posteo sobre el mural de la mujer mapuche, estos murales son la demostración de que afloran nuestras contradicciones como sociedad y de la imperiosa necesidad de asumirlos, no taparlos ni esconderlos, sino que reconocer que los problemas con los pueblos originarios son una realidad y no algo inventado. Es el momento de asumirlos y de hacer algo.

Comentarios